En diciembre adornamos nuestros hogares para recibir la Navidad, si tenemos mascotas en casa es necesario ser muy cuidadosos ya que algunos adornos pueden poner en riesgo su bienestar, pues es normal que las luces o los colores brillantes llamen la atención de nuestros perros o gatos y se lancen a jugar con ellos.
Para que evites estos problemas hemos hecho una recopilación de las medidas de precaución que deberás adoptar.
- El árbol. Ya sea un árbol natural o artificial este puede suponer un gran riesgo para tu mascota, pues existe la posibilidad de que se coma las hojas. En el caso de los artificiales es incluso más peligroso, pues las ramas están hechas con alambres que pueden causar serios problemas en su intestino. También pueden hacer que estos árboles les caigan encima al intentar atrapar algunos de sus adornos o tumbarlo sin querer con la cola, con los consecuentes riesgos de este gran peso sobre su cuerpo y las posibles heridas en las patas o los ojos.
- Las luces. Es muy común adornar las ventanas, el jardín, o el mismo árbol con luces. Estas son una atracción sin igual para las mascotas, especialmente para perros y gatos. No será de extrañar que se lancen a jugar con ellas, exponiéndose al riesgo de sufrir una descarga eléctrica, enredarse, asfixiarse o incluso quedar sepultados por la caída del árbol. Lo recomendable es apagar las luces cuando no se esté en casa y recubrir los cables con tubos de PVC para evitar que puedan morderlos.
- Bolas y adornos. Las bolas, ya sean de plástico o de cristal, también suponen un riesgo para los animales domésticos ya que pueden romperse y lastimar las patas de nuestras mascotas; para evitarlo se recomienda optar por las bolas u adornos hechos de fieltro o cuerda, colocarlos a una altura a la que no puedan llegar, y bien agarrados con cuerdas o hilos. Al igual ocurre con las serpentinas o cintas que pueden llegar a comer y producirles problemas intestinales o asfixias.
- Las velas. Estas pueden producir quemaduras en nuestros fieles compañeros, por ello, es mejor que si has decidido tener una decoración que implique estos elementos solo las enciendas cuando sea necesario y siempre cuando haya vigilancia.
Si a pesar de todos estos consejos tu mascota insiste en jugar con los adornos a existe otra manera de evitar que se aproximen demasiado: usando un repelente casero que puedes hacer tú mismo. Solo necesitarás un rociador en el que introducirás medio litro de agua junto con el zumo exprimido de tres limones y tres naranjas; para hacerlo aún más repelente se añaden cuatro gotas de eucalipto, o las mismas de aceite de canela. Deberás rociar todos los adornos con esta mezcla unas dos veces al día y, gracias a que gatos y perros tienen el olfato muy desarrollado y evitan cualquier tipo de olor cítrico, se mantendrán alejados de los objetos peligrosos.