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Por qué fracasamos, aun cuando tenemos todo organizado

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Introduccion: 

Guía clave para lograr una personalidad productiva
¿Por qué si se tiene todo organizado, hay quienes siguen postergando? Porque la planeación en un papel, no reemplaza la acción.
 
Es fundamental desarrollar una personalidad productiva, para ser productivo. No es de otro modo. A la larga, terminas mostrando lo que eres. Aparentar es solo eso, apariencias. En este artículo te doy la guía clave para lograr definitivamente, una personalidad productiva.
 
Voy a compartir contigo la principal razón por la cual, a pesar de tener todo organizado y seguir un sistema, no es suficiente, y necesitas de otro elemento que resulta fundamental, para que cualquier modo de organización, herramienta de gestión del tiempo, agendas tradicionales o tecnológicas, funcionen.
 
Primero, vale tener en cuenta que las herramientas por sí solas, no sirven. Ellas no pueden hacer por ti, lo que tú debes hacer por ti mismo. Necesitas desarrollar una personalidad productiva. Insisto, sin ella, no podrás ser productivo ni eficaz.
 
 
La efectividad en el desempeño: logrando lo que nos proponemos
 
La efectividad de cualquier herramienta de gestión del tiempo, de la productividad profesional, está precedida de la efectividad personal. Sin esta última, la primera está condenada al fracaso.
 
Ninguna herramienta tiene esa facultad. Las máquinas deportivas, la ropa deportiva, los libros, en fin, la lista sería interminable, ninguno de estos pueden hacer por ti, la función para la cual fueron hechos, y menos, trasladarte los beneficios de lo que no hiciste. La productividad profesional, laboral, relacional, están precedidas por la productividad personal.
 
Ahora quiero enfocarme en la conducta. Es el medio a través del cual haces real, lo que sólo habita en tu mente. La conducta es la que logra que tus sueños dejen de ser sueños, y se cristalicen en tu vida.
 
El modelo de la conducta
 
La conducta tiene un modelo que es de suma importancia comprender. Este está definido en 4 elementos y en este orden: forma de Pensar, de Sentir, de Hablar y de Actuar.
 
La manera en que te comportas, refleja quién eres, muestra tus pensamientos más íntimos (los inconscientes). Es vital entender este modelo, pues en últimas, define tu vida, tu destino. Y cuando hablo de destino, no hago alusión a nada esotérico, ni a la suerte, ni a nada que tenga ver con pensamiento mágico. A donde quiero apuntar, es que el destino es ese término que define a dónde vas a ir a parar, pues de un modo o de otro, nuestras acciones siempre tendrán consecuencias, y los resultados de estas, definen en gran parte tu destino.
 
Como notarás la conducta, tiene estrecha relación con la productividad personal. Si deseas duplicar tu productividad sin morir en el intento, necesitas revisar tu comportamiento, antes de revisar las herramientas que uses, para lograr esa tan anhelada, productividad
 
Los vicios de la conducta
 
Existen vicios de la conducta, es decir, patrones de comportamiento que son destructivos para quienes los practican. Por ejemplo el consumo de cigarrillo, llegado el momento hasta el punto incluso, en que ya no se puede vivir sin este, deprecia la calidad de vida, la daña.
 
Pero hay otros vicios de la conducta. La pereza, la desorganización, el desorden, la apatía, la reactividad, actuar sin pensar, no escuchar, la impulsividad, son conductas muy dañinas que afectan la calidad de vida personal, emocional, familiar, profesional y laboral. Y no estoy exagerando. Lamentablemente hablo de la realidad.
 
El modelo de pensamiento clave para desarrollar una personalidad productiva
 
Platón lo define de una forma tan clara y puntual. Entender la siguiente reflexión, internalizarla, comprenderla, te ayudará a mejorar tu productividad personal y profesional de modos que tú mismo llegarás a sorprenderte:
 
“El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos, los caballos”
 
Considero que comprender la raíz de la conducta, saber cómo nos compartamos, y por qué nos comportamos del modo en que lo hacemos, nos dará una ventaja competitiva enorme no sólo frente a quienes no tienen esa información, sino que adicional, eso redundará de forma contundente en nuestros resultados.

Aprendiendo del mundo empresarial
 
En el mundo empresarial plantean una máxima, una reflexión, que cabe perfectamente para el desempeño personal:
 
“Sólo el 10% de las estrategias formuladas adecuadamente
se implementan eficazmente”.
 
Si se formulan adecuadamente, ¿por qué no se ejecutan, por qué no se implementan? Por la misma razón que los sueños se quedan sólo en eso, por la misma razón que no estás bajando de peso, cuando dijiste que eso querías, por la misma razón que sigues durmiendo hasta tarde cuando dijiste que ibas a madrugar, por la misma razón que malogramos relaciones cuando decíamos querer una relación armoniosa. “Nos movemos en función de nuestros pensamientos dominantes, nunca en contra”, y si tú no tienes una conducta enfocada en la efectividad, entonces, así tengas las mejores herramientas, así hayas tenido la fortuna de participar en diversas capacitaciones al respecto, hagas lo que hagas, volverás tarde o temprano a acomodarte según el “molde” en el que encaja perfectamente tu personalidad.
 
Esta es una de las razones por las cuales, empezamos una cosa con mucho ahínco, para volver en poco tiempo, a la conducta que se supone, se pretendía cambiar.
 
Una cuestión de carácter
 
El carácter, allí donde está la personalidad de un individuo y que en esencia lo define, es la mejor oportunidad para mejorar nuestra productividad. Formar ese carácter nos dará la fortuna de la disciplina. La disciplina es el rasgo por excelencia de un carácter maduro.
 
Se necesita de un carácter maduro para aprender a decir NO  a muchos distractores, tentaciones, malos hábitos que nos distraen y que lamentablemente nos alejan de la efectividad. Se necesita carácter para decirle SÍ a esas acciones que nos ayudarán a duplicar nuestra productividad, y no morir en el intento, dejando de lado esa tentaciones, por atractivas que parezcan.
 
La luz al final del túnel
 
Qué se necesita para duplicar la productividad, y no morir en el intento. Lo más importante es simplificar concentrándose en lo que es más importante, y desechando todas aquellas actividades, no sólo que no aportan, sino que al no tener ninguna importancia, te restan, te quitan.
 
Simplificar es la clave. Como decía Leonardo Da Vinci: La simplicidad es la mayor sofisticación”
 
He allí la clave para duplicar tu productividad. Simplificar, concentrándose en lo importante, desechando de raíz toda actividad improductiva, que roban tiempo y lesionan gravemente la efectividad de los individuos, teniendo el carácter para mantenerse en esta línea. Es una filosofía de vida, es un modo de vida.
 
Las herramientas sólo funcionarán en individuos que tienen el carácter de la efectividad instalada en su conducta. De lo contrario, las herramientas nada más serán adornos, que curiosamente serán motivadoras de estrés, reforzarán la conducta negativa de la improductividad, y no podrás duplicar tu productividad, sin morir en el intento.
 
¿Qué opinas?, ¿crees que basta tener herramientas para ser productivos?, ¿o basta con ser personas productivas, para producir resultados eficaces?
 
 
Autor:
Héctor Leonardo Mora Santiago
 
Esta nota es publicada realizándole pequeñas modificaciones, indicando su fuente. Está hecha con fines informativos y de difusión del tema. Esperamos no ocasionar incomodidades por mencionar esta publicación en nuestro sitio web. De ser necesario será retirada. Si usted tiene los derechos de algún elemento ubicado acá y desea que sea retirado de este sitio, por favor háganoslo saber a prensa1@safetyworkla.com y así lo haremos.
 

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