Introduccion:
Pie de Foto:
Las personas jóvenes tienen que vérselas con un mercado laboral contemporáneo complicado. En muchos casos, se sienten obligadas a aceptar la primera oferta de trabajo que se les presenta, sin sopesar si las condiciones de trabajo entrañan riesgos para su salud y seguridad.
Esto es un problema, ya que los trabajadores jóvenes padecen lesiones y enfermedades laborales en muchísima mayor medida que sus pares adultos.
¿Quiénes son los “trabajadores jóvenes”?
Las Naciones Unidas definen como “jóvenes” a las personas en edades comprendidas entre los 15 y los 24. Conforme a esta definición, hoy hay 541 millones de trabajadores jóvenes en el mundo, lo que equivale a más del 15% de la población activa mundial.
Esa cifra comprende a estudiantes que trabajan en su tiempo libre, aprendices, pasantes, jóvenes que han completado o abandonado la enseñanza obligatoria, jóvenes que trabajan en la empresa familiar, jóvenes empleadores y trabajadores por cuenta propia.
¿Niños o adultos jóvenes?
Los trabajadores jóvenes de entre 15 y 17 años de edad entran en la categoría de “niños”. Así pues, el tipo de trabajo que hacen y las circunstancias en que trabajan gozan de la protección de restricciones sobre el trabajo infantil peligroso.
Los trabajadores jóvenes de entre 18 y 24 años de edad son considerados adultos y están cubiertos por la legislación en materia de seguridad y salud en el trabajo. Pese a su limitada experiencia laboral, su desarrollo mental y psicológico en curso y su vulnerabilidad ante los daños ligados al lugar de trabajo, estas personas ya no están al amparo de las restricciones relativas al trabajo infantil peligroso.
Lesiones y enfermedades entre los trabajadores jóvenes
En 2014, 374 millones de trabajadores en todo el mundo fueron víctima de lesiones laborales no mortales.
Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, las personas jóvenes tienen un 40% más de probabilidades de sufrir una lesión relacionada con el trabajo que los trabajadores de mayor edad.
Por qué es importante
La seguridad y salud en el trabajo es un derecho humano fundamental, pero hay otros elementos a tener en cuenta:
- El costo humano.
- El elevado índice de lesiones entre las personas jóvenes es particularmente preocupante, pues un accidente puede destruir una vida y las oportunidades profesionales, el potencial de ingresos y el bienestar general de toda una vida.
El costo económico
Se estima que las prácticas deficientes en materia de salud y seguridad en el trabajo cuestan el 4% del Producto Interno Bruto mundial anual, casi 3 billones de dólares de los Estados Unidos.
Estas estimaciones se basan fundamentalmente en el costo económico para las empresas y los gobiernos; sin embargo, cuando un trabajador joven se lesiona se pierden años de productividad, además de la inversión en educación y formación.
Factores de riesgo para las personas jóvenes
Empleos inestables
La crisis mundial del empleo juvenil ha provocado grandes concentraciones de trabajadores jóvenes en empleos informales, temporales y atípicos.
Es frecuente que estos empleos no estén supervisados apropiadamente, y los trabajadores informales tienden a carecer de representación y a desconocer sus derechos laborales.
Desarrollo emocional
Una persona joven es más susceptible a las presiones sociales, en particular, desea encajar socialmente y ser considerado competente e independiente; esto puede provocar un comportamiento arriesgado en el trabajo. Además, tal vez evite hablar de los peligros propios del lugar de trabajo por temor a ser visto como problemático o quejumbroso.
Nivel de instrucción
El nivel de instrucción incide positivamente en la conciencia de la seguridad en el trabajo.
Los jóvenes con un nivel más alto de instrucción entienden mejor la seguridad, cumplen más los procedimientos en esta materia y sufren menos accidentes que los trabajadores menos instruidos.
Falta de cualificación y formación
Una persona joven que se incorpora por primera vez a la fuerza de trabajo no tiene las mismas competencias y experiencia que un trabajador adulto. El riesgo de lesiones de un trabajador es cuatro veces mayor durante el primer mes en un nuevo puesto que tras apenas 12 meses en el mismo.
Desarrollo físico
Los trabajadores jóvenes –en especial los adolescentes– están en pleno desarrollo físico.
Esto significa que su organismo reacciona con más virulencia a las toxinas, y que también tienen más probabilidades de padecer lesiones al manejar equipo y maquinaria diseñados para personas adultas.
Vulnerabilidades transversales
La combinación de la edad con otros factores como el género, discapacidad y el estatuto de migrante puede aumentar los riesgos de accidentes de trabajo. Por ejemplo, los trabajadores migrantes tienen algunos de los índices más elevados de accidentes laborales. Más del 70% de los migrantes tienen menos de 30 años.
Los sectores más peligrosos
Construcción
Este sector atrae a un alto número de trabajadores jóvenes en las regiones en desarrollo del mundo y tiene uno de los índices más elevados de lesiones y enfermedades profesionales.Ello se debe a la naturaleza peligrosa del trabajo, pero también a la falta de capacitación laboral de gran número de trabajadores sin experiencia, estacionales y migrantes.
Agricultura
Este sector es uno de los principales empleadores de personas jóvenes en las regiones en desarrollo. Al igual que en el sector de la construcción, la agricultura está entre los sectores más peligrosos para los trabajadores de todas las edades debido a la naturaleza del trabajo y a la frecuente falta de formación laboral para el alto número de trabajadores poco calificados, estacionales y migrantes que intervienen.
Casi la mitad de los adolescentes inmersos en un trabajo infantil peligroso trabajan en la agricultura.
Manufacturas
Muchos trabajadores jóvenes pasan directamente de la enseñanza al empleo en la industria manufacturera. Este grupo representa casi el 10% del total de trabajadores de las manufacturas. En muchos países desarrollados, es el sector con la mayor proporción de accidentes laborales entre trabajadores jóvenes.
¿Cómo resolvemos el problema?
Hacer participar a las personas jóvenes
Habilitar a los jóvenes para que adopten medidas para protegerse y proteger a sus compañeros de trabajo debería formar parte esencial de las estrategias destinadas a mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes.
Legislación y regulación: las leyes, los reglamentos y las políticas relativas a la seguridad y salud de los trabajadores jóvenes no debieran limitarse a los menores de 18 años. Otra forma eficaz de proteger a los trabajadores jóvenes es ampliar las protecciones legales a fin de dar cobertura a los trabajadores de la economía informal.
Colaboración tripartita: los gobiernos, los empleadores, los trabajadores, y sus organizaciones tienen que trabajar juntos para lograr avances duraderos en esta cuestión. Los gobiernos y los interlocutores sociales tienen que captar la plena participación de las personas jóvenes.
Se deberían fortalecer las redes de intercambio de conocimientos sobre SST (seguridad y salud en el trabajo), para que todas las partes estuvieran en condiciones de respaldarse mutuamente y lograr cambios holísticos y positivos.
Integración en la enseñanza: las personas jóvenes deberían aprender seguridad y salud en el trabajo como parte de su educación, antes de incorporarse a la fuerza de trabajo.
Los trabajadores jóvenes deberían recibir formación en esta materia para puestos específicos como preparación para el empleo y al inicio del empleo.
Difusión y sensibilización. es esencial crear conciencia para resolver el problema a escala mundial. Una forma eficaz de instruir a los trabajadores jóvenes en el área de la seguridad y salud en el trabajo es el uso de experiencias concretas.
Los medios sociales e informativos son plataformas esenciales para crear más conciencia y forjar la demanda de una mayor seguridad y salud en el trabajo.
Las personas jóvenes como responsables de su propio futuro
Lograr la seguridad de la generación actual de trabajadores jóvenes es también invertir en la seguridad de las generaciones futuras, y una inversión a todas luces conveniente para las empresas y la sociedad en su conjunto.
Las personas jóvenes comprenden mejor que nadie la realidad de su vida laboral, y su opinión y sus ideas deberían ser el eje de las iniciativas para que su seguridad y salud en el trabajo estén garantizadas.
Fuente: OIT