Toda empresa independientemente de su tamaño, sector económico o características enfrenta diversos procesos de evolución que exigen capacidad de adaptación y flexibilización para garantizar el desarrollo organizacional.
La seguridad y la salud en el trabajo es una condición de continuo cambio en la gestión organizacional que obliga a la generación de estrategias que faciliten en el factor humano formas de optimizar el tiempo, lugar y espacio entorno a la promoción de la salud y la prevención de los riesgos laborales.
Toda organización presenta riesgos que son inherentes a su objeto social y por ende expone a sus trabajadores a condiciones peligrosas que requieren esfuerzos permanentes para identificarlos, evaluar su impacto en la seguridad y tomar las medidas necesarias para su mitigación y/o control. Esto convierte a la gestión del cambio en una necesidad relevante para el manejo adecuado de situaciones y oportunidades de mejoramiento de sistemas, procesos, procedimientos e incluso hábitos personales.
Tal condición explica porque las organizaciones se encuentran en un proceso cambiante, orientado a los resultados, resultados que sin duda dependen de factores tales como:
Cada uno de los elementos expuestos son pieza fundamental dentro de la gestión del cambio que aseguran sostenibilidad empresarial, migrando de un pensamiento reactivo a un pensamiento preventivo, un pensamiento orientado a la gestión positiva. Lo anterior representando cambios de paradigmas relacionados con la forma en la que planeamos, desarrollamos y actuamos sobre el factor humano generando así empresas resilientes.
Un nuevo concepto diferenciador surge en la gestión organizacional: “La resiliencia”, término cuyo origen hace referencia a la capacidad humana de enfrentar con flexibilidad situaciones complejas de la vida. Cuando se vincula el término desde las organizaciones en la gestión de la seguridad y salud en el trabajo, representa un giro importante incluso en la definición de nuevos indicadores de desarrollo y productividad de la empresa.
La resiliencia organizacional se manifiesta como una forma de gestión bajo situaciones críticas o desafiantes tanto positivas como poco funcionales; entendiendo que la capacidad de sobreponerse a la adversidad y poder regresar a su estado inicial, también se considera una gran oportunidad no solo de retornar a la normalidad, sino de potencializar la acción. Tales empresas con esta capacidad de resistencia y mejoramiento permiten una perspectiva sostenible.
*“La Resiliencia”, término cuyo origen hace referencia
a la capacidad humana de enfrentar con flexibilidad situaciones complejas de la vida. Cuando se vincula el término desde las organizaciones en la gestión de la seguridad y salud en el trabajo, representa un giro importante incluso en la definición de nuevos indicadores de desarrollo y productividad de la empresa”
No hay que verla solamente como parte de un proceso crítico o significativo por el que pueda pasar una organización, hay que verlo como una condición casi natural de acción sostenible, es decir, hace parte de la gestión regular de la organización, no solo como una forma de enfrentar o resistir retos o crisis.
En conclusión, la resiliencia es una condición que moviliza oportunidades de mejoramiento organizacional porque representa una serie de características importantes a destacar del cómo evaluar nuestra organización en términos de buenas prácticas, capacidad de desarrollo y adaptabilidad en las crisis, anticipación de situaciones adversas o negativas; que sin duda alguna permitirán a la organización y a las personas que las conforman mejor calidad de vida y entornos saludables de trabajo.
Por: Gloria Morgan
Vicepresidente de Promoción y Prevención POSITIVA