Introduccion:
Tomemos los aprendizajes que nos deja la historia y apliquémoslos para actuar ahora de forma más segura
Hoy hace 104 años en una fría madrugada de abril naufragó un gigante, llevándose consigo la vida de 1512 personas de las más de 2200 que estaban a bordo. El desastroso evento del Titanic no sólo ha sido uno de los peores accidentes que se han presentado en la historia marítima del mundo, es también una historia de la que pueden aprenderse importantes lecciones en materia de prevención.
¿Qué salió mal en el barco de los sueños?
Insumergible, así era como muchos catalogaban a esta imponente y majestuosa embarcación, lo que no sabían era que a pesar de su elegancia y capacidad, no estaba preparada para afrontar una emergencia. Una condición que puede atribuirse a la regulación marítima de la época, en la que la seguridad de las personas era poco apreciada por catalogarse que no era necesaria; grave error si consideramos que aún la maquina o proceso más “seguro” no está exento de generar o presentar un accidente, las condiciones imprevistas siempre están latentes, más cuando no se contemplan todos los riesgos inmersos.
Si la tripulación del Titanic hubiera escuchado las señales de advertencia del Californian, una embarcación que ya había navegado la zona y advertía del peligro, si hubiera tomado conciencia del riesgo de transitar a oscuras en aguas con presencia de iceberg, hubiera disminuido su velocidad; si hubieran actuado de forma responsable evaluando lo que la orden de ir a toda marcha podía ocasionar, la hubieran desestimado y olvidado su idea de figurar en primera plana como el barco más veloz en atravesar los dos continentes.
A las 23:40 pm el Titanic impactó contra un iceberg que dañó casi todo el costado de estribor, produciendo aproximadamente 100 m de rasgaduras y 5 compartimentos abiertos al agua, que produjeron su hundimiento tres horas después del choque. El Radio operador del Titanic empezó a enviar mensajes con la señal de auxilio: S.O.S. casi una hora después de generada la emergencia (valiosos minutos que hubieran sido transcendentales en el tiempo de rescate), éstos sólo fueron recibidos por 5 navíos; el Californian que era el más cercano no se percató de la señal pues se encontraba con la radio apagada. El Carpathia llegó a las 4 am al área cuando a causa de ahogamiento e hipotermia muchas personas habían ya fallecido.
En plena evacuación de la emergencia reinó la desinformación, las personas no sabían a dónde dirigirse, es más la propia tripulación no tenía un procedimiento estipulado de acción para estos casos, la cantidad de botes no era suficiente para el número de personas a bordo, pues alguien tuvo el equivocado pensamiento de que instalar más ejemplares transmitiría una idea de inseguridad a los pasajeros, además no combinarían con la imagen de la cubierta de primera clase.
Y como si lo anterior fuera poco, las embarcaciones salvavidas no fueron utilizadas a tiempo (una hora después del impacto) ni en toda su capacidad, eran abordadas con menos de 30 personas cuando tenían espacio para más de 60 (en total tenían capacidad para 1.170 personas y sólo fueron ocupadas por 705). Así mismo, algunas investigaciones han determinado que las señales de emergencia enviadas por el Titanic no eran las correctas, se lanzaban bengalas blancas que representan celebración o fiesta en vez de rojas, que significan peligro o socorro en el código naval, lo que pudo generar confusiones en los barcos cercanos como el Californian. Falta de planeación en manejo de emergencias, desestimo de la seguridad, falta de capacitación del personal, mal uso de los recursos, son sólo algunos de los graves errores que se cometieron, si se hubiera actuado de una forma más diligente muchas más vidas se hubieran salvado.
Mucho se ha dicho de todo lo que pudo realizarse para evitar la tragedia, o al menos haber disminuido el número de pérdidas, bastantes son las lecciones que se aprendieron y las medidas impartidas como la necesidad de implementar regulaciones para asegurar la vida de las personas en el mar.
Traída a nuestros días y a la realidad actual de las empresas, esta historia nos muestra que la seguridad es un aspecto que debe tomarse enserio. Recuerde la importancia de aprender de los fallos, de tomar medidas correctivas, de implementar planes de emergencias que incluyan entre otras cosas las señales de alerta que debe conocer el personal, rutas de escape, riesgos presentes, capacitación, simulacros, entre tantas otras medidas que deben contemplarse para hacer de su lugar de trabajo un espacio más seguro para laborar.