Cada año, más de 2,3 millones personas pierden su vida en el mundo como consecuencia de accidentes de trabajo. La mayor parte de estas vidas se hubieran podido salvar gestionando de manera razonable y correcta los riesgos laborales, previéndolos y aplicando las medidas preventivas adecuadas.
Aunque los empresarios están obligados a controlar adecuadamente los riesgos para la seguridad y la salud en el lugar de trabajo (SST), la legislación impone asimismo a los trabajadores el deber de colaborar. Por otra parte, las empresas deben consultar a los trabajadores y a sus representantes como parte integral del proceso. Los directivos no tienen en sus manos la solución a todos los problemas relacionados con la seguridad y la salud. Los trabajadores y sus representantes poseen amplios conocimientos y experiencia sobre el mejor modo de realizar el trabajo y sobre la forma en que ello les afecta.
Por este motivo, los centros de trabajo en que los trabajadores contribuyen activamente en materia preventiva suelen presentar niveles inferiores de riesgo y de siniestralidad laboral.
«Si los trabajadores tienen
la posibilidad de participar en la
configuración del plan de prevención,
ello les permitirá recomendar,
sugerir y reclamar mejoras.»
¿En qué consiste la participación de los trabajadores?
La participación de los trabajadores en materia preventiva es un proceso sencillo de tipo bidireccional, en el que las empresas, los trabajadores y sus representantes:
- Hablan entre sí
- Prestan atención mutua a sus preocupaciones
- Buscan y comparten opiniones e información
- Discuten los problemas con anticipación
- Tienen en cuenta las opiniones de cada parte
- Toman decisiones conjuntamente
- Se fían y se respetan unos a otros
Es preciso informar, instruir, entrenar y consultar a los trabajadores en los temas relativos a la seguridad y la salud. La plena participación va más allá de la consulta: los trabajadores y sus representantes deben participar también en la toma de decisiones.
Los principales motivos por los que los trabajadores deberían participar activamente en las decisiones empresariales son los siguientes:
- La participación de los trabajadores permite desarrollar métodos eficaces para la prevención de riesgos laborales.
- Cuando los trabajadores intervienen en la fase inicial de planificación de una medida, es más probable que comprendan los motivos por los que se adopta, ayuden a encontrar soluciones prácticas y asuman los resultados finales.
- Si los trabajadores tienen la posibilidad de participar en la configuración del plan de prevención, ello les permitirá recomendar, sugerir y reclamar mejoras, y ayudar a desarrollar unas medidas dirigidas a evitar los accidentes y enfermedades profesionales que sean oportunas y económicas.
Marco para la participación de los trabajadores
- Las empresas deberán consultar a los trabajadores y/o sus representantes, y permitirles participar, de manera proporcional, en todas las discusiones sobre cualquier cuestión relacionada con la seguridad y la salud en el trabajo.
- Los trabajadores y sus representantes tienen derecho a pedir a la empresa que adopte las medidas preventivas adecuadas y a presentar sus propuestas.
- La legislación y/o la normativa nacional establecen los requisitos específicos.
- En materia de información y consultas, relacionadas en particular con los representantes de los trabajadores y con sus derechos, así como con la creación de foros de diálogo, por ejemplo los comités mixtos de seguridad y salud.
- La mejor fórmula suele consistir en una combinación de ambos, procedimientos y métodos formales e informales; en particular, la participación directa de los trabajadores o a través de sus representantes no debería considerarse como si fueran opciones contrapuestas, sino como metodologías aptas para combinarse de la forma más eficaz posible.
La función de las empresas
Con arreglo a la legislación, las empresas son las responsables de la gestión de la prevención. Esto significa velar por que los trabajadores estén a salvo de cualquier contingencia que pudiera perjudicarlos, mediante el control eficaz de los riesgos de accidentes o enfermedades que surjan en el lugar de trabajo.
En virtud de la normativa en materia de seguridad y salud, las empresas tienen la obligación de evaluar los riesgos laborales. Estas evaluaciones deben contemplar todos los riesgos en el lugar de trabajo susceptibles de provocar daños, con el objeto de determinar las medidas de control necesarias.
Las empresas deben facilitar a los trabajadores información sobre los riesgos inherentes a su puesto de trabajo y sobre las medidas preventivas, proporcionándoles información y formación sobre los riesgos y medidas preventivas.
Las empresas están obligadas a analizar con sus trabajadores los temas relativos a la seguridad y la salud. Dependiendo de la legislación nacional, dicho análisis podrá ser directo o realizarse a través de un representante de los trabajadores. Frecuentemente se recurre a una combinación de ambos métodos. Es posible que las empresas tengan que crear un comité mixto de seguridad y salud, integrado por los trabajadores y el empresario, en el que se discutan los asuntos de carácter más estratégico.
Las empresas deben promover una cultura en la que la seguridad y la salud formen parte de las funciones de cada trabajador. Sea cual fuere el tamaño de la organización o empresa, siempre es preciso consultar. Si bien los principios son siempre los mismos, es decir, fomentar el diálogo abierto, escuchar las opiniones de los demás, aprender de ellas y actuar sobre esta base, el formato puede variar.
Fuente: Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Si desea consultar la guía completa, descargue la versión en PDF:
http://www.safetyworkla.com/new/imagenes/sueltas/guia-participacion-trabajadores-sst.pdf