¿Cuántas veces vemos en redes sociales, un domingo, la típica imagen del niño llorando porque “mañana es lunes”? ¿O quizás, una imagen refiriéndose a lo aterrador que es tener que madrugar al día siguiente?
La felicidad no es un simple sentimiento, sino una forma de vivir la vida. Las personas que están completamente felices han logrado permanecer así porque cualquier otro estado diferente a la felicidad simplemente no lo conciben como aceptable, o al menos, posible para sus vidas.
Ellos están dispuestos a hacer sacrificios y esforzarse hasta alcanzar ese nivel de felicidad por el cual tanto trabajaron.
Es por esto, que todo se reduce a identificar qué es lo que quieres, formular un plan que te ayude a alcanzarlo y luego trabajar duro hasta llegar a la meta deseada. No tiene nada que ver con la suerte, la suerte es solo la manifestación de la energía que le pongamos a la vida.
“Soy un gran creyente de la suerte, y encuentro
que mientras más duro trabajo, más suerte tengo"
Thomas Jefferson
Si no eres feliz, te encuentras frente a dos opciones: con la primera puedes continuar quejándote y esperar que mágicamente tu vida cambie; y con la segunda (opción recomendada) puedes ponerle frente a la vida y disponerte a hacer un cambio.
Para la última, aquí encontrarás un simple plan con 4 pasos que te ayudarán a alcanzar el estado de felicidad al que quieres llegar. Si no estás satisfecho con tu vida, te debes a ti mismo el intento de hacer un cambio, la vida es muy corta como para esperar a que actúe sola.
1. Encuentra la razón por la que no eres feliz
Hay varias razones por las cuales podrías sentirte infeliz: quizás puedes estar en un trabajo que no está llenando tus expectativas, podría ser que no disfrutas estar alrededor de personas con las que compartes tu día a día, o estás realizando una labor para la cual estas sobre-calificado.
También podría no estar relacionado con tu trabajo en lo absoluto: puedes encontrarte en un callejón sin salida o en una relación poco saludable. Razones existen millones, y depende de ti identificar la correcta. Sin embargo, sea cual sea, debes saber que no vas a encontrar la respuesta hasta que no definas cual es la pregunta.
2. ¡Cambia esa actitud negativa!
La ley de la atracción no es una simple teoría; cómo pensamos, actuamos y hablamos refleja nuestra actitud. Busca enfrentar cada situación con la mejor energía, pensando que hoy quizás las cosas no están como quisieras, pero si trabajas por el éxito, eventualmente las cosas cambiarán.
3. Crea un plan para alcanzar la felicidad
Luego de encontrar la razón que te está impidiendo ser feliz y estando ya armado de la mejor actitud, estás en capacidad de idear un plan para alcanzar esa felicidad. Aquí es donde muchas personas crean un bloqueo mental, donde la inseguridad y las dudas son las protagonistas.
“¿Será que si soy capaz de conseguir un trabajo mejor?”
“No voy a encontrar a alguien más”
“¡Yo ya estoy demasiado viejo para emprender! Eso es para los jóvenes”
Las excusas están hechas para justificar pensamientos miserables e inseguros. Si estás realmente decidido a ser feliz, vas a tener que sacar de tu mente todos esos pensamientos de inseguridad y derribar las barreras mentales auto-construidas, comprometiéndote así, con desarrollar un plan que te lleve a ese final feliz.
Determina cuál es esa meta a la que quieres llegar y construye los pasos que te harán alcanzarla.
4. Pon el plan en acción y no mires atrás
Con el plan construido, es tiempo de seguir adelante y nunca más mirar hacia atrás. Simplemente poniendo el plan en acción no vas a asegurar el resultado, tu camino hacia la felicidad debe y va a incluir (con la plena seguridad) errores, rechazos y decepciones. Pero si no lo pones en acción, solo hay una garantía, y es que tu situación jamás cambiará y continuarás siendo tan infeliz como ya eres.
Recuerda que la felicidad no va a aparecer de la noche a la mañana, debes continuar trabajando para alcanzar el estado en el que te sientas bien, sin importar lo difícil que pueda parecer. Así que si no eres feliz, actúa. Simple.
"Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad.
Un optimista ve las oportunidades en cada dificultad".
Winston Churchill
Fuente: Cristina Hernández Agosto