Conocer la información en seguridad no es suficiente para entenderla. Solo cuando interiorizamos la importancia de las reglas, y las consecuencias que podría tener su incumplimiento seremos conscientes de su importancia y acataremos las disposiciones por nuestra seguridad y no porque una regla lo indique o por una directriz corporativa.
Estaba a punto de despegar el avión, cuando la azafata le pide a la persona sentada al lado de la ventana, que levante la persiana para el despegue y el aterrizaje. Le pregunté amablemente que porque debía permanecer la persiana arriba y me contestó – Política de la aeronáutica–.
Sin querer molestar le dije que debía haber otra razón, que si era tan amable, podría hacer extensiva mi inquietud con la tripulación para ver si alguien la sabía. Al finalizar el vuelo, la azafata me dice que consultó y que le indicaron, que era para en caso de accidente los pasajeros y servicios de emergencia vieran las condiciones externas e internas del avión.
Esa respuesta inicial me hizo preguntar ¿Cuántas veces hemos contestado de la misma forma? Son las políticas de la empresa, la legislación así lo exige, porque el procedimiento así lo pide. Estas son algunas de las respuestas más comunes del personal cuando se habla de HSE.
Si un padre le explicara a su hijo que saltar del techo es peligroso por las consecuencias que esto tiene, lo más seguro es que cree conciencia, al contrario de cuando se le dice “porque soy tu papá y lo prohíbo”.
Es más fácil que el trabajador cumpla la exigencia cuando se le explica la verdadera razón de su existencia. Si se tiene un trabajador que nunca conoció un permiso de trabajo en sus trabajos anteriores, cuando le toque realizar uno, creerá que es por política de la empresa y no porque es una herramienta que se usa para analizar las condiciones de la actividad que va a realizar.
Muchos procedimientos (por no decir todos) fueron creados como coloquialmente se dice, “con sangre”. Un procedimiento no se lo inventa el supervisor o el HSE de turno, es una recopilación de la experiencia, de accidentes y de las competencias de los trabajadores, cuyo fin es hacer el trabajo de una forma segura y sin consecuencias negativas para la empresa y su personal.
Los empleados llegan al trabajo a trabajar, esa es su mentalidad. Si el HSE, le da más órdenes, pocos las cumplirán porque primero están las directas de su cargo. Si como encargados de HSE les explicamos el porqué de cada exigencia, es muy probable que ellos mismos las cumplan, las analicen y sugieran cambios en pro de su seguridad y la de sus compañeros de trabajo.
No es saber la teoría y tener la experiencia en seguridad industrial y salud ocupacional, es deber como profesionales de la seguridad, transmitir el mensaje de la forma correcta, un buen mensaje recibido puede durar toda la vida. Recuerda:
“Un mensaje bien transmitido, salva vidas"