Mantener una misma postura durante muchas horas puede causar una patología llamada parálisis del nervio peroneo. Esto también puede ocurrir si te sientas de otras maneras y no cambias de posición durante largo rato. Sin embargo, la posición que más causa parálisis del nervio peroneo es la de las piernas cruzadas.
Cuando te sientas durante mucho tiempo con las piernas cruzadas aumenta la presión sanguínea de tu cuerpo. Incluso si no tienes problemas de presión sanguínea, el solo hecho de evitar esta posición con las piernas puede ayudarte a tener una vida más sana y prevenir afecciones circulatorias posteriores.
Poner una rodilla sobre la otra envía sangre de las piernas hacia el tórax, lo cual resulta en más sangre bombeada desde el corazón y esto aumenta la presión. El incremento de la presión por el ejercicio isométrico de los músculos de las piernas (tensar un músculo y mantenerlo en una posición estacionaria al tiempo que se mantiene la tensión) aumenta la resistencia de la sangre que pasa por los vasos. Es por esto que cruzar las piernas a la altura de los tobillos no tiene el mismo efecto que cruzarlas una rodilla sobre la otra.
Sentarte en esta posición también puede hacer que la articulación de tu cadera salga del eje haciendo que el muslo se desplace ligeramente de su posición inicial. Esto, con el paso de los años hace que no encajen como antes la cabeza del fémur y la cavidad del hueso ilíaco.
Tener el hábito de cruzar las piernas puede, a largo plazo, hacer que te salgan venitas de araña. Aunque esta es una condición que se debe en gran parte a la carga genética con la que viene tu cuerpo desde el nacimiento, el hecho de cruzar las piernas puede acelerar el proceso de irritación de las venas várices. Esto se debe a que existen pequeñas válvulas en los vasos sanguíneos que evitan que la sangre fluya en la dirección equivocada, y éstas se estrechan y debilitan cuando presionas una pierna sobre la otra. Lo anterior causa que la sangre se estanque generando que las venas se hinchen.
Las personas que se sientan con las piernas cruzadas por más de tres horas al día tienden a asumir una postura encorvada y poco saludable para la columna vertebral y los músculos de la espalda y las piernas.
Sentarnos con las piernas cruzadas es una postura que asumimos de manera casi automática. Esta posición tiene una connotación elegante, estética e incluso sensual en nuestra cultura y debido a esto la aprendemos rápido en la vida. Nuestro cuerpo se acostumbra a cruzar las piernas y pocas veces conocemos las implicaciones que esto tiene en nuestro cuerpo y salud.
Aunque una mujer luce hermosa sentada con las piernas cruzadas esto es lo que puede pasar con su cuerpo a largo plazo simplemente por apoyar una pierna sobre la otra:
Ahora que conoces esta información basta con que hagas consciencia de tu forma de sentarte y, para evitar problemas de salud a corto y largo plazo, procures descruzar las piernas cada vez que te sorprendas asumiendo esta postura. Recuerda: