Introduccion:
Dar, convivir, amar, servir y ayudar son características que hacen parte de la naturaleza humana.
En esta época todos hablan de calidad de productos, calidad de procesos, calidad de servicios, calidad de sistemas, etc. Sin embargo, muy poca gente habla de calidad humana y sin ella, todo lo demás es apariencia sin fundamento.
Hablar de calidad humana, es cuidar nuestros vínculos con los demás. De nada sirve trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos amigos y llegar cansados a un hogar en el que nadie se interesa en saber cómo nos fue.
¿Para qué trabajar tanto si nos sentimos solos?
Es triste leer un libro y no tener a alguien con quien comentarlo, es doloroso sentirse preocupado y no contar con una persona a quien abrirle el corazón.
De nada vale estar al frente de una cancha de tenis, de fútbol o frente a un juego de salón, si no tenemos con quien jugar, con quien disfrutar ese momento.
¿Para qué tener lo que no se puede compartir?
Ni las cosas ni el dinero poseen valor intrínseco. La importancia de lo material está en su aplicación, en el servicio a alguien más o en la convivencia con alguien más.
La belleza de tener está en compartir. La magia de luchar por una prosperidad económica, estriba, ni más ni menos, en poder ver sonreír a alguien a quien le damos el privilegio de disfrutar lo que ganamos.
Eso hace parte de la naturaleza humana: dar, convivir, amar, servir y ayudar
En muchas ocasiones estamos asustados de lo que tal vez no podemos hacer y preocupados de lo que pensaría la gente si lo intentamos. Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños, decimos no, cuando queremos decir sí. Murmuramos cuando queremos gritar, y después... gritamos a quien no teníamos que hacerlo. ¿Por qué?
Después de todo, cruzamos por esta vida una sola vez, no hay tiempo para tener miedo
Así que intenta... intenta aquello que no has hecho, arriésgate, participa en el maratón, escribe aquella carta, enfréntate como ganador a las cosas cotidianas. Baila, habla en contra de lo que no te gusta, visita pueblos que no conozcas, da ese beso que te provoca, no te quedes con el abrazo contenido ni la risa escondida, llámale y dile cuanto le amas.
El tiempo no regresa. No tienes nada que perder y si… ¡Todo que Ganar!
Autor: Gabriel Núñez de León, Gato. México.
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