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Lleva tu mascota a la oficina y sube la oxitocina
Las personas que llevan su perro al trabajo pueden desestresarse más a menudo, al contar con el afecto incondicional de su compañero canino. Lo ha puesto a prueba el Hospital de Banfield con un estudio que incluye la información de 200 profesionales de recursos humanos y 1.000 empleados de diversas empresas de Estados Unidos que fueron analizados a través de una encuesta sobre las mascotas en la oficina. Hasta el 70% afirmaron que las mascotas en la oficina mejoraban las condiciones de trabajo. Con ello, la encuesta concluía que dicha práctica podría ser una poderosa herramienta de retención de talento y que “más personas adoptarían mascotas si sus compañías contasen con políticas de admisión de perros en sus instalaciones”. Por otra parte, el 65% de decisores de RRHH informaban que muchos candidatos preguntaban por la política de mascotas de la empresa a lo largo de los procesos de selección.
No es el único estudio que se ha hecho al respecto: otra encuesta también reveló que los empleados se sentían menos estresados cuando estaban cerca de perros en la oficina. Y la encuesta anual de trabajo generacional realizada por Addison Group señala que el 14% de los millennials concede un valor significativo al hecho de que la compañía admita mascotas.
Según los expertos, la mirada de una mascota libera oxitocina (hormona precursora de la felicidad) que, a su vez, aumenta la confianza y el altruismo, dos rasgos altamente deseables en un lugar de trabajo con éxito. Otros beneficios destacables son que su presencia mejora el clima laboral e incluso podría fomentar la comunicación, apertura y el trabajo en equipo en la plantilla. Por si fuera poco, la presencia de los perros en el trabajo es un incentivo para hacer las pausas saludables cada 2-3 horas y apartar la mirada de la pantalla durante un rato. Algo que se recomienda a todos los trabajadores. Descansar durante unos minutos y aprovechar para dar y recibir mimos es una desconexión que nos devuelve la vitalidad necesaria para emprender una nueva tarea.
Y eso no es todo, aunque es recomendable determinar una política concreta sobre la admisión de mascotas en el trabajo ─como qué hacer si alguien es alérgico o asegurarse que los perros tengan el adiestramiento correcto para que no interrumpan ni causen molestias─, se trata de un beneficio especial al trabajador de muy poco coste comparado con otros. Si además, como concluyen algunos, pueden aumentar la productividad y captar/retener talento, podemos hablar ya de repercusión sobre la cuenta de resultados de las estrategias de bienestar laboral.
¿A quién no le gustaría ahora llevarse su mascota al trabajo?