Es común asistir a una charla en la cual el temario nos parezca muy aburrido, poco atractivo y poco práctico, es más, nada aplicable a lo que realizamos.
En éste articulo quiero brindarles algunas técnicas que he podido experimentar en mis propias charlas, capacitaciones y conferencias en seguridad.
Cosas que podemos tener en cuenta para poder atraer la atención del público, antes de comenzar una exposición:
- Ambientar la sala o auditorio. Se pueden utilizar carteles que hagan alusión al tema a tratar, sobres con preguntas o banners.
- Colocar música llamativa que inspire alegría. Esto nos ayudará a impactar al público con algo nuevo y generar un quiebre, entre el antes y el ahora.
- Si es posible, colocar al público en forma semicircular. Nos permitirá caminar entre ellos, así como también que se vean los rostros unos a los otros.
- Colocar una diapositiva llamativa, diferente, sin título, para despertar interés. Ésta puede contener un signo de preguntas, exclamación, o una fotografía para despertar curiosidad en el público.
Los primeros 30 segundos son muy importantes en una exposición
Debemos realizar las capacitaciones como conversatorios, de una manera cordial, amigable y entendible (hablar el mismo vocabulario que la audiencia) para tener una comunicación más efectiva. Nuestras expresiones o nuestros propios gestos son más importantes que nuestras palabras.
Por otro lado, ¿Se han puesto a pensar la importancia que tiene del tono de voz de quién nos brinda el temario? Considero esto, algo relevante a la hora de brindar a una charla, conferencia o capacitación. Quién mantiene un mismo tono de voz y no hace énfasis en las cosas importantes, resulta aburrido. Por ende, no lo escuchamos ni le prestamos atención. Un ejemplo claro son los políticos, siempre están cambiando el tono de voz para impactar a su audiencia y así mantenerla activa.
Cuando hablamos de impactar, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿se puede impactar en poco tiempo? ¿Cuánto tiempo se necesita para hacerlo en una charla, una exposición o una capacitación?
Cuanto más corta mejor
En la actualidad el tiempo vale ORO
Vivimos en un mundo muy acelerado, donde las cosas se quieren de inmediato. La información viaja desde un punto del planeta a otro, en tan solo segundos. De la misma manera debemos de adaptar rápidamente nuestras vidas a estos tiempos. Porque recordemos, que quién no cambia a tiempo, queda obsoleto a corto plazo.
Tenemos que hacer rendir nuestro tiempo, sobre todo si nos encontramos dentro del “sistema”. El tiempo no está hecho para desperdiciarlo en escuchar a alguien que realmente no nos transmite cosas productivas, necesitamos ser más eficaces. ¿Ustedes creen en una capacitación de 15 horas o más? Quien escribe no.
Debemos de ser efectivos a corto plazo para tener resultados inmediatos en seguridad
Necesitamos saber si tenemos la capacidad de transmitir o apenas de comunicar. Todos comunicamos pero pocos transmiten. Sin transmisión de conocimiento, no hay comprensión y sin comprensión no hay acción.
Ustedes, ¿Cuánto creen que aprendemos en una charla, capacitación o conferencia?
Según el departamento de educación de los Estados Unidos de América, sólo aprendemos un 10% de lo que leemos, 20% de lo que escuchamos, 30% de lo que vemos, 50% de lo que vemos y escuchamos, 70% de lo que explicamos y 90% de lo que decimos y hacemos.
Por consiguiente, es muy importante lo que transmitimos en una charla, capacitación o conferencia y sobre todo, cómo lo hacemos en ese tiempo. Procuremos realizar prácticas con la audiencia. Por ejemplo: si estamos realizando una capacitación de percepción de riesgos, podemos colocar en una diapositiva nombres de colores; Rojo, Azul, Blanco, Verde, etc. Otorgándole un formato de color diferente; Rojo,Azul,Blanco,Verde. A continuación solicitemos al público que mencionen los colores presentes. Podrán evidenciar la dificultad que presentan los participantes para mencionar el color sin dejarse influenciar por el texto. Eso ocurre, porque percibimos por lo que vemos. Les sugiero pongan en práctica este ejemplo, va a impactar en quién se encuentre presente.
Mencionarles que, lo antes descrito es meramente personal y no busco criticar ni ofender a nadie. Simplemente transmitirles mi experiencia como oyente, capacitador y conferencista.
Por último dejarles una reflexión final que me la transmitió una persona de las que no viven insertas en el sistema, en la rutina, en el estrés, pero que ven la vida desde otra perspectiva. Y decía así:
- ¿Qué hacen los peces por su libertad? Nadan.
- ¿Qué hacen los pájaros por su libertad? Vuelan.
- ¿Qué hacemos los seres humanos por nuestra libertad? CAMBIAMOS.
Autor: Gastón González Alonso