La técnica del tatuaje consiste en introducir un pigmento en la piel con una aguja creando algún tipo de diseño. La razón por la que duran tanto es su profundidad: aproximadamente entre 1 y 2 mm. La tinta no se inyecta en la epidermis (la capa superior de la piel que continuamos produciendo y cambiando a lo largo de toda la vida), sino en la dermis, que es la segunda capa de piel más profunda. Las células de la dermis son muy estables, por lo tanto el tatuaje es prácticamente permanente.
¿Cualquiera se puede tatuar?
Esta técnica no es indicada para personas que tengan alguna de las siguientes características:
• Menores de edad
• Embarazadas
• Dermatosis infecciosa activa
• Antecedentes de cicatriz queloide
• Trastornos de la coagulación
¿Puede traerme alguna complicación tatuarme?
Al realizar un tatuaje se produce una herida en la piel, por lo que el profesional que lo realice debería tener un conocimiento exhaustivo de las diferentes zonas anatómicas que maneja, a fin de evitar el contacto con estructuras subyacentes como vasos o nervios, minimizando posibles complicaciones.
También es fundamental que tanto la persona como el establecimiento dedicados a esta tarea cumplan con las condiciones higiénico sanitarias requeridas, para proteger la salud del tatuador y de los usuarios.
En caso de no cumplir con estas medidas, las posibles complicaciones secundarias son infecciones. Las más frecuentes son las bacterianas, aunque también pueden ser por micobacterias y virus como verruga, moluscos contagiosos y herpes. Habitualmente estos virus se alojan en la tinta o en las agujas de inyección.
Otras complicaciones son la transmisión de enfermedades por medio de la sangre, como tuberculosis, tétanos, sífilis, hepatitis B, C y D y de forma mucho más esporádica infección por VIH. De todas ellas la más frecuente es la hepatitis B. Los pacientes con cardiopatía congénita pueden sufrir endocarditis.
Otra de las enfermedades que puede aparecer es la dermatitis de contacto, la cual puede generar irritación o alergia. Los fenómenos irritativos suelen manifestarse en los 10 primeros días, mientras que los alérgicos pueden manifestarse semanas o años tras la práctica del tatuaje, y ser causado por uno o varios de los pigmentos empleados.
El pigmento más frecuentemente implicado en este tipo de afecciones es el rojo, y con menor frecuencia los verdes a, azules y negros. En algunos usuarios el pigmento amarillo produce fotodermatitis cuando es expuesto a la luz solar.
Una decisión a futuro
Un aspecto primordial a la hora de hacerse un tatuaje es ser consciente que la decisión que estamos tomando es para toda la vida. Para quitarse un tatuaje existen tratamientos con láser, pero son muy costosos y la piel nunca vuelve a su estado original en un 100%.
Las modas son algo pasajero
pero la integridad y el buen estado de nuestra piel y salud
es algo que tenemos que proteger siempre.
Fuente: Servicio de Dermatología